Economía

Guy Sorman: “Europa debe abrir sus fronteras y sus mercados laborales de par en par”

El académico cree que la economía es la fuerza más poderosa detrás de la inmigración y que en ella está la respuesta para resolver sus desafíos.

Por: | Publicado: Viernes 16 de enero de 2015 a las 05:00 hrs.
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La escuela económica francesa ha dado al mundo a Thomas Piketty, una de las figuras de moda, calificado como el nuevo Karl Marx por su revisión de las teorías sobre el capital. Pero Francia es también la patria de Guy Sorman, uno de los economistas más liberales del mundo.

Afamado escritor, columnista y académico, mucho menos conocido es, sin embargo, su papel como vice alcalde de Boulogne, una pequeña ciudad cerca de París, trabajo que incluye celebrar matrimonios. Desde su ayuntamiento, Sorman ha visto de cerca la transformación de la sociedad francesa y el creciente debate sobre la inmigración. Su última columna sobre los atentados en París fue celebrada y comentada en las redes sociales.

"París ya no es una ciudad blanca. Esta es la primera generación que está descubriendo que ser europeo no significa ser blanco y tomará un tiempo para acostumbrarse a esta diversidad", comenta. Su receta para lidiar con estos cambios es la de un liberal clásico: abrir las fronteras y el mercado laboral. "La economía es la fuerza que está detrás de la inmigración y es muy poderosa. Si la gente quiere entrar a Europa lo va a hacer de una u otra forma".

- Usted ha dicho que Occidente no puede renunciar a exportar su pensamiento. Por otra parte, los fundamentalismos religiosos se oponen radicalmente a los valores seculares de Occidente. ¿Hay una colisión?
- En China, nadie pretende que existan valores chinos que deban ser exportado al resto del mundo. En el mundo árabe, el islam es sólo para los musulmanes, no plantea una universalidad de la civilización musulmana. En ese sentido, la civilización occidental es única. Está basada en una idea universal de la humanidad. La constitución de EEUU o la declaración de los derechos del hombre en Francia, fueron escritas para toda la humanidad. La civilización occidental también es completamente abierta a un debate que está siempre redefiniendo esa universalidad.
Esta naturaleza es lo que se resiente como un afán imperialista, pero si decidimos no intervenir estaríamos traicionando lo que somos. Por eso, siempre habrá un conflicto potencial. Lo que tenemos que hacer es administrar ese conflicto, pero no hay manera de evadirlo porque son dos visiones del mundo en conflicto.

-¿Cómo abordaría el debate sobre inmigración, islam y terrorismo?
- Creo fundamentalmente en la ley y el orden y en el libre mercado. Lo primero para tener crecimiento económico es la ley y el orden. El terrorismo es un asunto policial. Nuestra policía y sistema carcelario son débiles y debemos reforzarlos. En segundo lugar, si tuviéramos un mercado laboral libre en Europa, sería mucho más fácil para los jóvenes encontrar un empleo. Hoy, un joven árabe no capacitado no puede encontrar empleo, no porque sea árabe o porque no esté capacitado, sino por las rígidas leyes laborales. Si abriéramos el mercado millones de empleos estarían disponibles para jóvenes hijos de inmigrantes. Eso reduciría la posibilidad de que fueran tentados por el fundamentalismo.
Desde el punto de vista de la inmigración, tener fronteras abiertas o cerradas no hace diferencia. Hoy tenemos fronteras cerradas y no ha servido de nada. Si la gente quiere entrar a Europa lo hará de una forma u otra. La economía es una fuerza muy poderosa detrás de la inmigración, así que yo tendría fronteras abiertas y un mercado laboral abierto de par en par.

- Su compatriota Thomas Piketty ha puesto en el debate el tema de la desigualdad. ¿Ve alguna relación con la migración y el terrorismo?
- Desigualdad, no. Falta de oportunidades, sí. Los migrantes van a Europa porque son pobres y quieren mejores vidas. En cualquier caso, hay que decir que la migración es la forma más rápida de reducir la desigualdad, de pasar de la pobreza total a la clase media en una generación. Si no existiera la desigualdad no habría migración.

- ¿Hay una islamización de la sociedad francesa?
- En Francia 7% de la población es islámica, una minoría significativa pero lejos de una mayoría. En ninguna parte de Europa supera 10% y no están creciendo porque la migración desde África prácticamente se ha paralizado por la situación económica.
En segundo lugar, estos inmigrantes, son muy seculares. En Boulogne, donde soy vice alcalde, 10% de la población es de origen árabe y no tenemos mezquita. Cuando pregunté a sus líderes si querían una dijeron que su prioridad eran mejores escuelas y empleos. Los musulmanes que practican su religión en Europa son muy pocos, y los fundamentalistas muchos menos.
Por otra parte, la asimilación por matrimonio es muy rápida. Yo celebro matrimonios en el ayuntamiento y mis estadísticas y las de otros municipios indican que la mitad de las mujeres de origen árabe se casa con hombres no árabes y sus familias son asimiladas en una o dos generaciones.

- Pero Marine Le Pen, del Frente Nacional lidera las encuestas en Francia sobre una plataforma anti inmigración...
El discurso anti inmigrantes ha crecido por la crisis económica, pero su liderazgo se debe a que ella es una candidata fuerte, cuando tenemos un presidente y una centro derecha débil. Si la economía mejora Le Pen perdería la mitad de sus votantes.

- ¿Aumentará el sentimiento anti inmigrantes tras los atentados?
- Hasta ahora no ha habido una gran reacción y no creo que la haya porque los franceses distinguen entre inmigrantes árabes y fundamentalistas religiosos. Los inmigrantes son personas muy cercanas y concretas que vemos todos los día conduciendo taxis o atendiendo el almacén.

- Inglaterra amenaza dejar la Unión Europea por el debate migratorio...
- Culpar a los extranjeros de nuestros problemas es tan antiguo como la política misma. Es una forma de esconder los grandes errores en políticas de viviendas, educación y mercado laboral. La razón de por qué hay tanto debate es que Europa es ahora muy diversa y los europeos no están completamente acostumbrados a eso. París ya no es una ciudad blanca. Esta la primera generación que está descubriendo que ser europeo no significa ser blanco.

- ¿Abandonará Inglaterra la Unión Europea?
- No lo creo. Los ingleses son personas muy pragmáticas y al final saben que permanecer les trae más beneficios que irse. Se quedarán, no por amor Europa, sino por interés.

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